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¿El periodismo para qué?


Cada día en nuestro país se da a entender que las diferentes controversias personales pueden ejercer una mayor atención a la información que la investigación seria y contundente de los mensajes. El gran núcleo de comprensión  se establece en que el periodismo busca informar y llevar un mensaje  con una objetividad basada única y explícitamente en el acontecer de los hechos. Sin embargo, si ese en realidad fuera su objeto de estudio, no importaría hacerse una pregunta por  ¿El periodismo para qué? A saber, el recurso de la objetividad en el que muchos de los periodistas actuales se ven inmersos se encuentra en crisis, pareciera que existe realmente una agenda programática para producir y efectuar noticias.

La poca credibilidad que afrontan los medios actuales del país, y la masiva especulación que poseen las redes sociales, debilitan tanto la información,  que el  sentido y a su vez   los significados  caen   en la esfera del fracaso mediático. Entonces, ¿se perdió el objetivo? ¿existió alguna vez? ¿qué significa informar en la era de la multí información?   Encontrar los significados acertados y "objetivos" para una serie sin fin y sin sentido de contenidos, hacen estallar la esfera informativa  a tal punto que  revienta la información y nunca llega realmente  el mensaje.  Por ejemplo, los largos ríos de tinta que mantiene hoy a los columnistas del país preguntándose ¿qué es lo que quiere Uribe? y más aun  ¿por qué no se lo puede dar el gobierno Santos? definen con claridad que solo se justifica la información de opiniones encontradas, y allí radica el gran problema. Pues, se trata de opiniones, como la de cualquier mortal que vive en este país, y entonces cualidades como: la expresión, la investigación, la objetividad, ¿dónde están? si eso no pasa por los filtros de cada columnista que justifica su biografía para opinar y no para promover una investigación que defina con claridad los sentidos y no nuevamente las especulaciones, hace vigente una pregunta por saber realmente: ¿el periodismo para qué?

Las empresas comunicadores se vendieron al rating y  olvidaron con propiedad la importancia por el significado de informar. Entre tanto, hoy en día, muchos medios como la radio, la televisión y la prensa,    buscan utilizar a su conveniencia una idea simbólica sobre el significado de la verdad. Todos los medios quieren tener una porción de ella, aun cuando no exista tal verdad. Y para eso, sólo se les pide a los periodistas que renuncien a su objetividad, por ello, la pregunta por: ¿si se hace mejor un periodista por la objetividad o por la verdad sobre los hechos? se manifiesta en la forma en que, la objetividad no importa, lo que importa es la verdad, y de ser así, la verdad está hecha para ser dicha, pero no puede ser objetiva porque entonces acude automáticamente a un desplazamiento significativo que podría no copar lo medios, las revistas actuales, o las primeras planas de la prensa y televisión actual. 

Por consiguiente, una verdad que está dicha a medias porque no existe una objetivad y  capacidad de investigación que dé  pertenencia es la trampa de las empresas comunicadoras privadas, donde se quiere hacer sensacionalismo sin informar con profundidad, o mejor dicho, sin objetividad. La viva radiografía sobre este tema, es el reciente acontecimiento sobre la disputa entre los indígenas del Cauca y los militares que resguardaban el territorio para la confrontación con la guerrilla; ante este tema, se dijo de todo y al mismo tiempo nada. Los noticieros hambrientos de rating, pasaban una y otra vez la imagen del sargento García en llanto ante la crueldad de los ataques indígenas, fabricando así, la noticia y el interés a que la población del país accediera a un mensaje cruel por parte de los indígenas y dando además controversia para que personajes como el ex presidente Uribe hiciera sus acostumbradas y molestas arengas sobre la seguridad del país,  pero entonces viene la pregunta: ¿qué fue lo que pasó? El periódico el Tiempo, publicó un perfil sobre el Sargento García, anunciándolo como un héroe de guerra que no combatió y se mantuvo con excesiva templanza ante los ataques desaforados de los indígenas; y si eso dijo el periódico uno se pregunta ¿la información para cuándo? preguntas tales como: ¿Por qué los indígenas protestaban? ¿cuál fue y ha sido el detonante de la movilización? y lo más importante a mi concepto ¿Dónde está el antecedente problemático e histórico que padece la región del Cauca por cuenta de la guerrilla, pero también de las multinacionales que buscan los territorios para promover sus empresas y que llaman tan convenidamente ‘confianza inversionista’?

Si bien es cierto, que todos sabemos que la información de los medios populares privados y masivos está fragmentada, y que es deber ético ir hasta lo profundo de la información sin importar si nos  guste o no lo que encontremos, nos lleva preguntar en ese caso  ¿para qué seguir viendo noticias si sabemos que no informan completamente, y que además informan sobre agendas especializadas en crear mensajes favorables a algunas secciones de la política y la economía? ¿de quién es la responsabilidad? en definitiva, si todo lo tenemos que hacer nosotros: ¿el periodismo para qué?  




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