Cada día en nuestro país se da a entender que las diferentes controversias personales pueden ejercer una mayor atención a la información que la investigación seria y contundente de los mensajes. El gran núcleo de comprensión se establece en que el periodismo busca informar y llevar un mensaje con una objetividad basada única y explícitamente en el acontecer de los hechos. Sin embargo, si ese en realidad fuera su objeto de estudio, no importaría hacerse una pregunta por ¿El periodismo para qué? A saber, el recurso de la objetividad en el que muchos de los periodistas actuales se ven inmersos se encuentra en crisis, pareciera que existe realmente una agenda programática para producir y efectuar noticias. La poca credibilidad que afrontan los medios actuales del país, y la masiva especulación que poseen las redes sociales, debilitan tanto la información, que el sentido y a su vez los significados caen en la esfera del fracaso mediático. Entonces, ¿se perdió el objetivo? ¿